Wednesday, July 21, 2010

Periodiquito # 68 (Diciembre 2008)

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Editorial.
No sé si haya sido motivado por la época navideña o por el día de los Santos Inocentes, pero comenzó a circular por internet una presentación en la que se pone a Obama como si fuera un ´mensajero de Dios sobre la Tierra. Grandes esperanzas de que “…salve al mundo”. Que Dios los guarde inocentes.



Hubo un secretario de Estado, John Foster Dulles, cuando el presidente era Eisenhower, que definió perfectamente la relación de Estados Unidos con los pueblos del orbe: “Los Estados Unidos no tienen amigos, sólo intereses”. Hoy en tiempos en que la globalización se cae a pedazos y las grandes potencias nacionalizan sus sistemas bancarios, aunque otrora cantaban loas a la libre empresa y condenaban la intervención del Estado en las economías (¡Huy, eso es comunismo!), la aseveración de don Juanito Foster, Mr. Dulles, resulta más válida que entonces.

Don Obama tiene ya suficientes problemas en su casa como para que se preocupe por otras naciones (una reforma migratoria le interesa al gobierno mexicano, porque no pudo crear los empleos que en vano prometió, no al norteamericano). Las directrices de la política global norteamericana están orientadas por los grandes consorcios bélicos, financieros y petroleros, no por la voluntad de las personas, aunque se llamen Obama. Y el disimulo del presidente electo frente a la impune agresión israelí a Palestina lo confirma.


POLÍTICA Y SOCIEDAD.
¿UNA SOCIEDAD PUERIL? (Parte complementaria)

Por Gabriel Castillo-Herrera.

Aunque indiqué que el número anterior daba fin al artículo, quedé con la sensación de que faltó una consideración determinante. Retomo el último párrafo:

“Así podríamos haber forjado nuestra nación hace muchos siglos. Si las contradicciones económicas, sociales y políticas de origen no se resuelven seguiremos anclados en el pasado. Esto es: seguiremos siendo una sociedad que se piensa a sí como al momento de su nacimiento, que no crece; una sociedad pueril”.

Una sociedad que se piensa a sí misma sin movimiento, a pesar de que inexorablemente el tiempo transcurre y modifica el entorno, no es sólo conservadora: es retrógrada. Y si instaura mecanismos para preservar esa situación (un Estado monolítico, autoritario, que crea pactos entre intereses poderosos antagónicos y formas de control y dominio con las clases desfavorecidas), es una sociedad que pretende –conscientemente- continuar en la infancia del desarrollo. Pero cualquiera que pretenda seguir comportándose como niño a los doscientos años no engaña a nadie. No es sino un anciano decrépito y cínico que se corrompe y “democratiza” la corrupción para que todo mundo esté inmiscuido y reciba, contento, su parte sin riesgo de fracturar el sistema. A eso llama “democracia”.

Y así ha ocurrido desde hace 199 años, salvo breves periodos. Por ello es que hay que recrear (en el sentido de volver a crear) el país. Porque las clases poderosas y sus empleados (los políticos carranclanes, iturbidistas, santannistas, alemanistas, foxistas, calderonistas o como se les quiera llamar según la época) no hacen sino repetir el patrón: está comprobado que “funciona” para adueñarse de riquezas mal habidas.

Entonces: hay que acabar con los cínicos, que no niños. Hay que acabar con este régimen. Quizá haya que hacerlo a patadas, porque ni el IFE ni el TEPJF pudieron o quisieron cambiar las viejas formas.

REFLEXIONES SOBRE LA INMORTALIDAD DEL CANGREJO.
“¡SANTA DIGNA RABIA, BATMAN!”

Por: Gabriel Castillo-Herrera

Los resabios, ya rancios, de un levystraussismo calzado a fuerza y un trasnochado “marxismo” althusseriano lo erigieron en reencarnación del Che Guevara. La carga de una culpa de toda una generación francesa (porque un intelectual y periodista de esa nación -Regis Debray- fue obligado a delatar al legendario guerrillero) se quiso expiar entronizando a un guerrillero light de la post modernidad que se refugia -mientras teclea su compu a la vez que come pizzas- en las montañas chiapanecas.

Todo marchaba más o menos bien mientras la hacía de subalterno de los comandantes zapatistas, hasta que cierto día fue asaltado por la soberbia y se sintió tocado por la sacra vara de la Divina Envuelta en Huevo, quien le dijo que estaba destinado a salvar -de una vez y para siempre- a México. Él y sólo él (¿debo escribir “él” con mayúscula?). Así que dictó la Encíclica “Sexta Declaración…”, et le reste). Se colocó su mascarita sagrada y, como eran tiempos electorales, promovió su Otra Campaña. ¿O era “otra campiña”?. No, era otra campaña, sí otra, otra de tantas más para oponerla a López Obrador y darle el espaldarazo a Calderón (y a la Gordillo).

¡Vaya guerrillero ”antisistémico”! Si es que algún sentido tiene la palabreja, es estar contra el sistema; pero su postura no fue otra que sumarse a los golpes bajos que el Estado -¡el sistema del que dice ser opositor!- propinó a AMLO. Nadie lo obligaría a estar de acuerdo o a simpatizar con López Obrador; pero “calladito se hubiera visto más bonito”. En la coyuntura “chachalaquear” contra AMLO era -como sigue siendo- hacerla de compinche del corrupto sistema político que encarnan los mochos sinarquistas y remata patrias del PAN. Igualito que el PRI, ¿eso es ser “antisistémico”? Chispa el Sebastiancito que no sabe distinguir entre derecha e izquierda. ¿O es él … de arriba?, ¿del Cielo? Pu’e que…

Cuando leí eso de “La Digna Rabia” pensé que era alguna referencia a Batman y Robin. Pero no, era una más de esas frases “ingeniosas” que Marcos estila. Se empeña en hacer chunga de todo. Prototipo de intelectualoide post ochentero: se orinan en lo teórico… porque les da güeva pensar, o… no se les da. Una cosa es la ironía y otra hacer de lo serio una banalidad para parecer poco solemne y desprejuiciado.

El asunto es que en el dichoso Festival Mundial (no, si modesto sí que lo es) de la Digna Rabia, el Fantomas de las Montañas no desaprovechó la ocasión para demostrar su tendencia “antisistémica” y lanzar diatribas contra AMLO y sus seguidores, a quienes tildó de esquizofrénicos. Que López Obrador “amenaza con salvar a México” (entiéndase: el único que tiene el contrato de subrogación para esa tarea es Marcos). Y, ¿a Calderón? Apenas si lo tocó con el pétalo de una rosa. ¡Vaya “antisistémico”! Anarcopunk, y a mucha honra, ¿no?

“Denunció” que a él se le ha tachado de intolerante, sectario; pero que “…ningún movimiento en México ha exhibido tal grado de intolerancia, sectarismo e histeria como el que hoy, encabezado por López Obrador, amenaza…”. ¡Ajá!: Nooo, pos si a toooodos nos consta que el tal López Obrador se la pasa critique y critique y mentándole la madre a Marcos en sus mítines. ¿Acaso no lo han escuchado? Si rete bien claritito yo mesmísimo lo he joyido con estas mis orejotas mías al tal Andrés Manuel ese, hijoesu….

Luego arremetió contra el Gobierno del D.F. y “…algunos de los envejecidos en ideas participantes en el movimiento estudiantil de 1968” (obviamente se refería a Pablo Gómez), por pretender oficializar el 2 de octubre. Esto, según él, no significa otra cosa que “…se detienen los movimientos, se dan por finalizados en todos los sentidos” (entonces, ¿lo del zapatismo es pura “piña”?). Y luego: “… la camarilla de criminales en turno […] acudía a monumentos sólo para asegurarse de que Miguel Hidalgo, José María Morelos, Vicente Guerrero, Francisco Villa y Emiliano Zapata seguían muertos”. Como si oficializarlos significara terminar con las condiciones sociales contra las que lucharon. Pero nótese que Germán Mar…, digo… Marcos, como cualquier panista, ni menciona a los dos únicos mexicanos universales: Juárez y Cárdenas. No sólo pretende que sigan muertos sino creer que nunca existieron.
Y para que se corroborara que Mascarita Sagrada sí es rete bien tolerantote y que respeta el pensamiento de los compas con los que no está de acuerdo pero que son de ”… izquierda consecuente” (“Izquierda consecuente”…, ¿qué fregada corriente es esa?, ¿espartaquista?, ¿foquista?, ¿acaso como los “chuchos”, by example?), dejó que la canalla lanzara rechiflas a Adolfo Gilly (¡mira nomás: los patos tirándole a las escopetas!) para después “levantarse el cuello” con un desplante que demostrara que no es -¡JA!- sectario y sí la mar de tolerante.

Se lo creeremos cuando diga lo mismo respecto de López Obrador. O, que ni lo pele, pues. Entonces le creeremos que es como dice ser.

Porque mientras la izquierda no tenga el poder, la lucha debe ser contra la derecha y los acomodaticios y carroñeros. Contra feudales y caciques del campo y de la ciudad. Contra el sinarquismo que finge haber muerto. Contra las instituciones judiciales corrompidas. Contra esa tan cacareada democracia de pacotilla. Contra esos que añoran a Iturbide y Maximiliano. Contra esos don porfirio que están dispuestos a entregar los recursos que reproducen la existencia del país con tal de que el rubio extranjero los tome en cuenta como cortesanos. Si Marcos no celebra esa lucha (en la que López Obrador es parte muy importante) y en cambio celebra “…los 25 años de Botellita de Jerez” (lo digo sin menoscabo de mi amistad con Paco Barrios), es poco serio; y no me refiero a un remedo acartonado de seriedad (rostro adusto, etc.), sino a lo banal. Y para banalidad ya tenemos suficiente con la que se esparce en lo cotidiano por muchos de los aspectos de la vida nacional.

Bueno, ya fue mucho tecleo. Sólo tengo una duda: ¿Cuándo saldrá Marcos en un anuncio televisivo diciendo: “Los mexicanos antisistémicos logramos una reforma energética ¡SIN PRIVATIZAR!, para que el tal López Obrador no ande de esquizofrénico”.

Chau.


GALERÍA VIRTUAL DE ÁRBOL PERENNE






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Friday, January 04, 2008

Periodiquito 36 EXTRA (diciembre 2005)



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MEJOR VOY SIN LLAMAR

Por: Gabriel Castillo-Herrera.

Víctor Trujillo (ex - Brozo), en su programa televisivo matutino, tiene una sección en la que invitan a ”opine, nosotros vamos...”. Como soy un perfecto metiche, cada mes (aproximadamente) voy, vía internet, aunque no me inviten, ya que este periodiquito es un invasor de intimidades cibernéticas.

Me ha llamado mucho la atención su insistencia en mencionar que el próximo gobierno tendrá que hacer lo que hoy la oposición en el Congreso, se niega a hacer: “...las reformas que el país requiere”, con el argumento de que México tiene que insertarse en la Globalización, en el mundo moderno y paparruchas similares que resuenan en boca de panistas, ciertos empresarios, analistas y del propio Presidente Fox. Asimismo, iafirma –cuando su interlocutor invitado se presta a ello, lo que se ha convertido en constante- que Felipe Calderón es quien se encuentra dispuesto de inicio a llevar a cabo dichas reformas (por ende ostentaría la visión clara, moderna), que Roberto Madrazo es el indeciso y López Obrador es quien se muestra más reacio a llevarlas a cabo. El primero –según sus palabras ante Denisse Dresser (¿así se escribe?)- es lo blanco (¡Inmaculada Concepción!), Don Gangster el gris y López Obrador el negro (¡Dios nos guarde!). Feli-pillo, el cambio; Roberto, el seguir igual; Andrés, ¡Jesús el Nazareno!, el negro pasado.

“¡Viva la modernidad!”. ¡Lástima que ese haya sido el grito de quienes intentaron –a lo largo de la historia de nuestro país-sabotear los verdaderos cambios sociales y recuperar las posiciones perdidas en lo económico y político!, (que no es sino una expresión de intereses económicos). Fue el canto de los iturbidistas. El mismo de quienes, además, gritaban “¡Religión y fueros!”. El mismo de quienes trajeron a un príncipe europeo. El mismo de los porfiristas y sus “científicos” (¿tecnócratas?). El mismo de los alemanistas corruptos. El mismo de quienes propugnaban por un “liberalismo social”. El mismo de quienes, hoy, piden la privatización de PEMEX, CFE y el IMSS; ni más ni menos que las instituciones que nos dieron (las dos primeras) la posibilidad de una verdadera Independencia y (la tercera) un instrumento para distribución de la riqueza nacional. Equivaldría, ni más ni menos, que a privatizar el Estado Mexicano; poner el Estado (como sucede en EU’s) al servicio de los grandes intereses económicos de los señores del dinero locales y del extranjero. ¡Ah!, ¡pero hay que ser modernos, son los costos de la globalización!

No hay peor ceguera que la que se produce por taparse los ojos. La Revolución, en México, se llevó a cabo en virtud de que el 80 % de la población vivía en el campo y la economía del país era eminentemente agraria. Pero de ese porcentaje la inmensa mayoría vivía en condiciones, ya no precarias, sino miserables y de cuasi esclavitud, mientras que una minoría vivía en las ciudades con niveles de vida equiparables a los grandes potentados comerciantes e industriales europeos.

No se trataba de solucionar un problema de injusticia o de moralidad, sino de la propia viabilidad de Nación. (Sólo hay que recordar que los grandes imperios de la antigüedad fenecieron por los embates de culturas menos desarrolladas después de debilitarse por descontento interno -o insurrecciones- al no haber podido solucionar situaciones similares, a la del México pre revolucionario, dentro de sus propios límites y zonas de influencia). El reparto de la tierra fue la forma de remediar el descontento generalizado y el hambre de una inmensa población liberada –en el sentido más amplio de la palabra- de las haciendas. Hoy se dirá, bajo el criterio más obtuso, que ello sólo sirvió para fomentar el minifundio que -en muchos casos- únicamente satisfacía el autoconsumo, no estaba destinado al mercado; pero por muchos años, y generaciones enteras, solucionó el gravísimo problema de cómo dar ocupación y medios de vida a grandísimos sectores de masas depauperadas. Fue una necesidad.

Los “modernizadores” gobiernos pos revolucionarios prefirieron olvidar la economía agrícola (en un país eminentemente agrícola) y se enfocaron a desarrollar los otros sectores en vez de fomentar, a la par, la agroindustria mediante créditos sustanciosos y el reordenamiento de la propiedad agrícola mediante colectivización de la tierra (¡Huy el coco comunista!) A fin de cuentas, creyeron, el problema del campo ya no era tan problema: el minifundio daba de comer a su poseedor; y otros, más afortunados, tenían acceso al mercado; daban de comer a la sociedad.

México se fue convirtiendo, paulatinamente, en un país con una economía industrial, comercial y de servicios. El campo, en competencia dispareja con el desarrollo de una economía citadina, fue perdiendo mano de obra. Sucedieron las primeras emigraciones: los jóvenes se alejaban de las formas de vida de sus padres para irse a las ciudades en calidad de proletarios (en el sentido clásico: no tenían más que su fuerza de trabajo para emplearse en lo que fuera); y otros, con mejores posibilidades, se iban a estudiar para no volver jamás a sus lugares de origen ni, mucho menos, a la ocupación de sus padres.

Aún hoy, la población del campo es del 20 % de la total nacional (¡Son un chingo!). Sólo que, gracias a las reformas a la Constitución y al Tratado de Libre Comercio conceptuados, desarrollados, pactados, fomentados y publicitados como panaceas durante los periodos presidenciales de Salinas, Zedillo y Fox (un trío muy moderno) un gran porcentaje vive una situación equiparable a la anterior a la Revolución: desposeídos, tratados como esclavos y hambrientos. ¡Cuánta modernidad!

Desposeídos, porque se privilegió la “pequeña propiedad” en detrimento del ejido. Propiedad privada sobre usufructo. El dinero en manos de quien nunca lo ha tenido, difícilmente se conserva o se reproduce en capital, pues no es fácil desarrollar formas de vida diferentes a las que tradicionalmente se han llevado. Esclavizada, porque quienes no tuvieron más opción que convertirse en obreros agrícolas (los hay, hasta niños), al abandonar sus parcelas, laboran jornadas esclavizantes para el agricultor y no ganan sino una miseria con la que no sacian el hambre de sus familias y viven en condiciones como, antaño, en las haciendas.

Salinas de Gortari, muy moderno, creyó que en diez años iba a cambiar la estructura del país (claro, no tiene ni conciencia de lo que tardó en formarse ese tipo de vida: siglos) no posibilitó sino algo así como el minifundio global: el agricultor con posibilidades (el que puede competir de manera mínima contra la gran agroindustria y los monopolios comerciales norteamericanos que, además, son subsidiados por su gobierno) satisface solamente al autoconsumo (como nación) y un poco, muy poco, para el mercado externo Quienes no pueden competir –la mayoría- se han arruinado y, ante la pérdida de una forma de vida ancestral (que es lo que no entienden esos comentaristas y analistas retemodernos), se desprenden no sólo de su identidad como individuos, sino de la de generaciones enteras (para atrás y para delante, en el tiempo). Se van de ilegales a EU’s; y, como decíamos arriba, en el caso de los primeros emigrados a las ciudades, jamás volverán. Olvídense de las remesas cuando los viejos y mujeres que se quedaron en México se mueran. ¡Uta, cuánta belleza nos trae la Modernidad!


Hemos puesto el ejemplo del campo. Con eso bastaría; pero hay que dejárselo peladito y a la boca, a los monos de cilindrero del séquito modernizador.

¿Privatizar PEMEX que es la entidad económica que le ha dado de comer y posibilidades de desarrollarse, en todos sentidos, a México? ¿Por qué creen que el esquema impositivo vigente aplicado a la empresa fue diseñado de esa manera, sino como mecanismo para financiar el desarrollo de la economía en su conjunto? Otra cosa es que haya corrupción y se deje de lado la reinversión. En todo caso eso es lo que hay que cambiar. Privatizar PEMEX traería como consecuencia propiciar que toda la economía del país caiga en una situación similar a la del campo, sólo que en grado superlativo. Como dije arriba, va en juego la propia viabilidad como nación. ¡Ah!, pero ¡qué modernos seríamos! Qué pronto se les olvidó que PEMEX estuvo alguna vez en manos extranjeras y los problemas sociales que ello trajo como consecuencia! Por algo se nacionalizó. Hoy sería peor: entonces existía mucho combustible en los mercados internacionales; hoy no; y para dentro de 20 años, menos. Hoy, muchos países de Centroamérica se ven en la disyuntiva de no crecer (ya no desarrollarse) o de comprar petróleo para medio crecer, -gran parte de su producto interno bruto lo gastan en adquirir el energético de otros países- hipotecando su propio futuro. ¿Eso quieren los modernizadores para México?

Avanzar hacia el futuro tercamente aún a costa de estrellarse contra la pared no es ser moderno, es ser necio. Retomar lo bueno del pasado como táctica para avanzar, por otro camino, es ser inteligente y verdaderamente moderno, actual, revolucionario (¡Ay, nanita!).

La globalización como tal, es algo que no se puede detener, pues forma parte del desarrollo histórico del capitalismo. No hay para dónde hacerse. Los mercados, como en otras etapas del desarrollo del sistema, se tienen que abrir. Pero no en forma indiscriminada (como se hizo con el campo) con naciones y en sectores en los que -se masculle lo que sea- no se puede competir. Vale más hacer comercio con economías afines. (Cfr. Calvo Adame, Efrén I. “Cuba. Un Mercado Apetecible”)

Desde esa perspectiva, y con apego a la observación de la historia, sólo hay de dos sopas:
1.- Somos “blancos” y modernos (¡Ah!, y del “México ganador”, que no lo es tanto porque crece al 0 %, esto es, no crece). Partidarios y corifeos del libre comercio en Norteamérica..

2.- Somos “negros”, “populistas” y volvemos a un “México del pasado” (en el que se crecía al 6 %). No nos caen bien los tratados, con apertura indiscriminada, de libre comercio con los poderosos.

O, mal (que no “bien”), una vuelta al maximato: el salinista.

Wednesday, October 10, 2007

Periodiquito 18 (Abril 2004)



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¿HACIA DÓNDE VA LA IZQUIERDA MEXICANA?

Por:Gabriel Castillo-Herrera.

Salí del país en plena crisis de los videos y cuando en España, después del atentado ferrocarrilero, el voto popular se volcó en favor del PSOE al confirmarse que la acción terrorista había sido obra de Al-Qaeda y no de ETA, como afirmaba el gobierno de Asnar. El día 29 de marzo, estando en el Aeropuerto Charles De Gaulle de París preparándome para mi regreso, “Le Fígaro” anunciaba “Grave défaite pour la droite”. La izquierda propinó un revés, en las regionales, al presidente Chirac; sólo la Alsacia continuó siendo reducto de la derecha. (ver cuadro que LIBERATION suplicó incluyéramos como colaboración en “Árbol Perenne”, en que el color rojo señala las posiciones ganadas por la izquierda –PS, PCF, principalmente- y el color azul para la derecha).

Esa noche, ya en suelo defeño, mi Yoga-hija me ponía al tanto de lo acontecido en el congreso perredista, donde había ocurrido un desencuentro –según se dice- entre Cárdenas y Godoy.O sea, que las broncas sectarias siguen en pleno apogeo aún después –o mientras, pues no se ve el final todavía- del escándalo de los videos. Cierto es que el PRD es el único partido que ha tomado acciones para sancionar a los miembros del partido que se han visto involucrados en el chisme político –lo que no han hecho el PAN ni el PRI que, aunque finjan espanto, también tienen sus respectivas historias- pero... ¿cuándo van a ponerse a trabajar en las tareas pendientes? Y al decirlo, no me refiero a las “reformas que el país requiere”, como dicen los foxistas y los ricotes, sino a las del propio partido, si es que desean seguir siendo la izquierda.

Nunca, nunca, en las épocas recientes, la izquierda había tenido un representante con tanto arraigo popular. Hoy que lo tienen, en vez de trabajar aprovechando la coyuntura, siguen propinándose patadas bajo la mesa y hasta en la cubierta. Y es una pena que Cárdenas parezca no entenderlo.

En los últimos quince años, él ha sido un personaje central y de suma importancia en el proceso de apertura que este país ha visto. Nadie lo puede negar. Pero también es innegable que su época y su oportunidad, como dicen los chavos, “ya fue”. Hoy dice que el PRD no está listo –o algo asi, no es literal- para ganar la presidencia en el 2006. ¿Y en el 2000, cuando él era candidato, sí?

Comencé este escrito refiriéndome a los triunfos de la izquierda en España y en Francia, no para presumir que estuve en París, sino como reflexión de que el desencanto por los gobiernos de derecha, que son promotores de la globalización y, en algunos casos, achichincles de los EU’s (y México está en ese caso), ha facilitado a las izquierdas el trabajo para sacar el mejor provecho de ello. No por inercia la izquierda está retomando posiciones,en Europa.. El PRD, como partido de izquierda, tendrá que comprenderlo. (¡No ti’agas, pinchi Grabiel; sí lo hicites pa prisumir!)

Hoy, la izquierda tiene al personaje, pero ¿y el programa?, ¿el proyecto? La “honestidad valiente” y “la esperanza” valdrían para la ciudad; pero no bastan para el país. Con la nueva relación de poder en Europa –que no por nada han abatido fronteras y ya casi poseen una sola moneda- se espera un ahondamiento de la brecha ya manifiesta con el poder y ambiciones de la camarilla que gobierna Estados Unidos. Si la izquierda en México aspira al poder en el 2006, es obligado actuar –aún a pesar de nuestra situación geográfica- en congruencia con la izquierda europea. ¿Por qué? Porque de no hacerlo corremos el riesgo de, en el largo plazo, perder la soberanía y de ser asimilados –no sólo económicamente, sino como nación- por el país del norte. Vuelvo a lo dicho ya en números anteriores; México tiene lo que los gringos no tendrán en 20 años: petróleo. En el Golfo de México existen reservas petroleras que también corresponden a Cuba; es por eso que la política de la Casa Blanca se ha vuelto más agresiva contra la isla. La pregunta es ¿cuándo nos toca a nosotros? Todo esto parecería tremendista; pero sólo hace falta echar un vistazo a la historia de este territorio desde antes de que fuera país. Los primeros pobladores fueron obligados a cambiar oro por espejitos y por la fuerza se les mantuvo dominados 300 años. Después, cuando nació el México independiente, también nacieron las primeras disputas entre los incipientes partidos, representados por dos distintos ritos masónicos que agrupaban a los grupos conservadores, por un lado, y los progresistas, por otro. Y ese esquema se ha seguido reproduciendo a través de la historia. Y en el largo camino, los conservadores, que se han caracterizado –cual si fuera una fatalidad a la que estamos condenados por algún dios enfurecido- por su docilidad ante los intereses extranjeros, favorecieron la pérdida de la mitad del territorio; la entrega de los destinos del país a un emperador venido de Europa; la vuelta de privilegios a la Iglesia; la entrega de las recursos naturales a extranjeros y la vuelta a esquemas económicos casi esclavistas. Y después de una revolución y de la creación de una economía de Estado que nos dio cierta independencia, presenciamos -desde el gobierno de MMH- su destrucción basada en el regreso de la economía a manos particulares nacionales y extranjeras. Hoy estamos ante la perspectiva no poco probable de desmembramiento nacional: el norte, asimilado a la economía norteamericana; el centro, independiente; y el sureste ocupado por los Estados Unidos, ávidos de apropiarse del petróleo en cualquier parte del mundo en donde queden las últimas reservas.

La amenaza mundial no es el terrorismo islámico (esos lo son para los EU’s, Inglaterra y sus micos de cilindrero), sino los grandes consorcios globales gringos y sus centuriones poseedores de arsenales inteligentes. Y no lo digo yo con un mero afán gringofóbico; lo dice nuestra historia y la gente pensante -los intelectuales- de los Estados Unidos. Y las izquierdas del mundo tienen el compromiso histórico de actuar en consecuencia. Y el PRD, si es que se considera de izquierda, tiene que empezar a meter orden en sus filas para empezar a pensar –siquiera- en esa senda. Doble tarea; si es que se toma en cuenta –hablando de intelectuales- que hay que luchar internamente contra esa plaga de “políticos”, “intelectuales” y “científicos” que han sido capaces de ofrecer el trono de México a príncipes europeos; que han sido capaces de ser el soporte de un gobierno de 36 años favorecedor de intereses extranjeros; de sabotear y desarticular la economía capitalista monopolista de Estado; de reprivatizar la banca; y –hoy- de promover “reformas” que se traducen en la entrega de los recursos energéticos al extranjero. “Políticos” como Fox. “científicos” como Gil Díaz e “intelectuales” como ese miserable –no voy a guardar las formas con él- Castañeda.

En lo interno, la tarea para la izquierda como gobierno, es hacer una reforma del Estado en su conjunto que permita acabar con privilegios y obstruya los caminos de la corrupción. Heredamos de los grandes imperios prehispánicos la pirámide de estamentos. El poder, desde el México independiente se ejerce de esa manera. Es falso, a pesar de que los presidentes del México post revolucionario sean una suerte de seres omnímodos, que el poder se ejerza desde la punta de una pirámide del tipo egipcio, Y eso todos lo sabemos: los “dueños” del poder en cada estamento son dioses menores -quizá- pero absolutos; tienen que pagar tributo al dios del estamento superior, pero eso no les merma su poder, por lo contrario, los reafirma y los confirma.

Después, diseñar un proyecto de Nación, un Futuro basado en una economía cuyo fin último sea el bienestar de la población en su conjunto; elevar la calidad de vida y propiciar una cultura que por principio de cuentas, nos haga tener un sentido de pertenencia a esta tierra geográficamente delimitada como nuestro país. Identidad nacional, aún que somos una nación multinacional. El pueblo que abandona sus costumbres, su psicología, su esencia, jamás será parte del mundo al que aspira pertenecer; solamente será un lacayo sin origen ni destino. A eso nos conminan los modernos Santa Annas y Lucas Alamanes.

Esperemos que de toda esta crisis que vive el PRD, dialécticamente, surja un nuevo partido. Y no me refiero a uno “nuevo” con otro registro, ni con otras siglas; sino uno cuyos dirigentes y agremiados asuman el papel histórico que a las modernas izquierdas de todo el mundo les está encomendado: acabar con los efectos de la globalización de la pobreza y luchar internamente, dentro del marco nacional de cada país, porque el poder de las sociedades civiles, del ciudadano organizado, saque del poder a los dueños del dinero, el petróleo y las armas.

He dicho y no repito. Y a quien diga algo, me lo quebro, endinos escuincles.



Wednesday, August 29, 2007

Número 17 (marzo 2004)



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GUERRA SUCIA.
Por: Gabriel Castillo-Herrera.

Los jóvenes sesenteros-setenteros, sabíamos perfectamente a qué le tirábamos. Había muchos antecedentes. Sabíamos que en todos los movimientos sociales, los primeros perseguidos eran los comunistas. Sabíamos que existían grupos de choque, como el MURO, que se encargaban de golpear a estudiantes de izquierda. Sabíamos qué había sucedido con los ferrocarrileros y con los maestros; sabíamos cuánto tiempo habían sido perseguidos personajes como Valentín Campa; sabíamos que José Revueltas había pasado más años de su vida en el “bote” y en las Islas Marías que en libertad; sabíamos qué le había sucedido a Rubén Jaramillo; Sabíamos qué había sucedido en Ciudad Madera; sabíamos que vivíamos en un lado del mundo en el que no se permitía la disidencia; sabíamos que la Secretaría de Gobernación infiltraba simios disfrazados de estudiantes en las preparatorias y el la universidad; sabíamos y nos había tocado la represión del ’68; y la del ’71; sabíamos que la policía política era gente de la peor calaña; sabíamos, en última instancia, que no importaba qué tan “atentatorio” fuera lo que hubiéramos hecho, sino qué tan maldito, obtuso y salvaje sería el representante del (des) orden que eventualmente pudiera atraparnos. Bien que lo sabíamos; algunos tomaron todos los riesgos y otros en menor escala (unos murieron, otros desaparecieron, otros estuvieron presos y a otros no nos sucedió nada). Sabíamos que el único partido era el PRI, pues el PAN y el PPS eran sólo el parapeto de la “democracia”, y que el PC estaba proscrito desde años atrás. Y sabíamos, finalmente, que era así, porque vivíamos en el área de influencia del poder imperial de los EU’s, quienes desde la posguerra practicaban una auténtica política de cacería de brujas dentro de su territorio y la hacían extensiva (quizá con más fuerza... No, “quizá” no, ¡seguro!) en toda Latinoamérica, donde, para asegurar su política anticomunista y sus intereses económicos, mantenían dictaduras sangrientas o “democracias” como la nuestra, con policías políticas compuestas por cuasi animales. Aquí tenemos que llegar al terreno de la psicología de quienes recibían el encargo de “cuidar” de la seguridad del Estado: gente venida de los estamentos sociales más bajos, sin cultura, cargados de un fuerte sentimiento de revanchismo que al verse en una situación de poder, este sólo podía manifestarse como abuso de autoridad, corrupción e impunidad. Asesinos con permiso para matar.

Resulta lastimoso (y preocupante) confirmar que aún subsisten lacayos que, en los tiempos actuales, sostienen el absurdo de que existía justificación para que el Estado actuara como actuó (como el ex procurador Cuello Tuerzo, en declaraciones a favor de su amigo -ísimo- Nassar) puesto que “esos grupos” (se intuye que la guerrilla urbana) recibían entrenamiento en el extranjero. (¿Y la policía no recibía adiestramiento de agentes de la CIA y del mismísimo ejército gringo? ¿Y el gobierno no obedecía lineamientos del gobierno de los EU’s?). Los servicios de inteligencia y Gobernación eran bastante tontos en creer que el Estado Mexicano se veía en gran peligro de caer en las garras del maléfico (léase: “los comunistas”). ¿Para qué creen que sirvió la Revolución, desde el punto de vista político, si no para hacer del Estado Mexicano una institución fuerte?

Ayer la lucha de los gringos en todo el continente (y en los otros, también) fue contra el comunismo, y con ese pretexto obligaron a los países del área de su influencia a adoptar políticas represivas, por las que se explican todos esos años de represión, terror y asesinatos de Estado entre los que se cuentan esos que hoy denominan “Guerra Sucia”, y que sólo representan una pequeña parte de la historia negra de la persecución política..

Hoy los “malos” son Echeverría, Nassar Haro, el papá del ex defensor de los derechos humanos (de los enemigos del PRD) en el Distrito Federal y unos cuantos más. Creel, que siempre trata de engañar con su disfraz de legalidad, lanza amenazas. Y es que Fox y su gente necesitan asirse de algo que justifique su paso por el gobierno, ya que todo les ha salido mal. Hay que dejar claro, muy claro, que este asunto no se resuelve refundiendo en la cárcel a vejetes, enfermos y decrépitos. Los verdaderos responsables -más que individualidades- fueron instituciones, las más altas del país; por practicar una política entreguista y achichincle (igual que se hace hoy, en estos “tiempos de cambio”) sometida al poder de los políticos, militarotes y ricardos gringos. Para que no suceda nunca más, hay que resolverlo “pintando su raya” de la tutela norteamericana y no llamándolos “amigos y socios” –como en estos tres años- pues si antaño existió el pretexto del “comunismo internacional”, hoy estamos ante la presencia de un nuevo pretexto del cual hasta los “analistas” y “expertos en seguridad nacional” se hacen cómplices: “el terrorismo internacional”. No sea que vuelva a suceder.

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Wednesday, August 08, 2007

Número 5 (marzo de 2003)



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En relación al voto de México en la ONU.

Con motivo del afán guerrerista que han mostrado los dirigentes políticos de los EU’s, nuestro país se encuentra en una encrucijada. Así lo hizo notar Héctor Aguilar Camín en su programa semanal -“Zona Abierta”- correspondiente al 6 de marzo pasado trasmitido por Televisa.

El Programa (que debería llamarse Zona Medio Abierta, pues el moderador no deja hablar a sus invitados, a quienes interrumpe constantemente) contó en esta ocasión con invitadas. Don Héctor trató los asuntos del voto de México en el Consejo de Seguridad de la ONU, el de la inseguridad en nuestro país y el de la sucesión presidencial. Aquí discriminaremos el de la sucesión, por las razones que abajo se notan.

En el tema relativo al voto de México en la ONU, Aguilar forzó la situación para que las participantes –entre las que se encontraba Soledad Loaeza- votaran por un sí o un no al apoyo de México a los vecinos del norte. Ellas cuidaron de expresar una respuesta definitiva –alguna dijo, claramente, que no- ante lo cual Aguilar Camín se manifestó por un sí definitivo arguyendo que durante la Segunda Guerra Mundial fuimos sus aliados y “nos fue muy bien”, (otorgó un tácito permiso para matar a otros; porque, de esa manera, a nosotros nos va a ir bien). Soledad Loaeza no dio un sí explícito, pero no dejó de advertir sobre las consecuencias de no apoyar las intenciones de bombardear Irak por parte de Bush. Insinuó que tendríamos que soportar medidas de presión sobre nuestra moneda, con los migrantes y –dejó entrever- que no era conveniente votar en contra de sus intenciones. Me guardo, hasta aquí, mis comentarios para después del segundo tema: la inseguridad.

El moderador, insistió en que la tarea primordial del Estado es combatir la inseguridad. Digo que insistió, porque Carlos Fuentes –invitado al anterior programa de la serie- ya lo había rebatido (también en lo relativo al apoyo a los EU’s) argumentando que ante una serie de crisis económicas muy agudas, a mucha gente no le quedó más camino que delinquir. Por tanto, la tarea del Estado, prioritariamente, es resolver esa situación, la económica. Sin embargo, Aguilar sigue pensando que el papel del Estado moderno es dar de palos; el típico Estado represor. Debe prevalecer la aplicación del derecho; ahí todas estuvieron de acuerdo. (Desde la tesis aguilarcaminista, estaríamos ante una justificación de la matanza de Tlatelolco –por ejemplo- ya que el Estado estaba cumpliendo –en teoría y práctica- la observancia de la ley, con estricto apego al Artículo 145 bis, en el que se consignaba el delito de Disolución Social). Soledad Loaeza comentó un incidente en que, por un asunto de tránsito, un tipo la amenazó, desde su auto, con una pistola.

En este punto, tras estos dos párrafos, podemos encontrar dos enfoques totalmente contradictorios respecto de la aplicación del derecho. A nivel nacional, debe prevalecer –sin importar consecuencias (ni conveniencias)- el imperio de los órganos que se encargan de preservar el orden. Pero tratándose de asuntos internacionales, hay que analizar si NOS CONVIENE apoyar a un país que quiere situarse sobre el órgano internacional que se encarga de velar por el orden mundial. ¡Bonita deducción abierta de Aguilar y encubierta de Loaeza: apoyar las intenciones de los EU’s!, porque... ¡NOS CONVIENE!.

Y si, de conveniencias –no de derechos- se tratara, solamente habría que pensar que en pocos años la mayor parte del petróleo que consumirán los EU’s tendrán que conseguirlo del exterior (comprado o arrebatado, igual que cuando decidieron extender su territorio, obteniéndolo de México). Si estamos de acuerdo en que los gringos ataquen Irak estaremos –también- en posición de ajustarnos al adagio: “Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”. ¿Saben por qué, doña Marisol y don Héctor? Porque tenemos lo que ellos ansían: petróleo, que es el motivo real de la agresión a Irak. Si la ONU no detiene a los norteamericanos, habrá que preguntarnos “¿cuándo nos toca a nosotros?”. Justificaciones no faltarían: que somos responsables del tráfico de drogas, que no cumplimos con las entregas de agua de las presas fronterizas, que no damos seguridad a los turistas de ese país; nada más como ejemplos. A mediano y largo plazo es una clara posibilidad.

Por lo tanto: ¿NOS CONVIENE votar a favor de la guerra? Aunque, repito, NO SE TRATA DE CONVENIENCIAS, sino de cuestiones de derecho internacional.

En el terreno de las suposiciones y de las simplificaciones, pregunto...
A Héctor Aguilar: si un ladrón vigilara su casa con intención de robar, ¿estaría de acuerdo en que yo votara (o manifestara mi apoyo) –POR CONVENIENCIA-a favor de que el ladrón lo hiciera con tal de que a mí me “vaya bien” y no se meta en la mía? A Soledad Loaeza: Si mi auto hubiera estado cerca del suyo y del de quien la amenazó con una pistola, ¿estaría de acuerdo en que yo votara (o manifestara mi apoyo) –POR CONVENIENCIA- a favor de ese imbécil con tal de que no se ensañe conmigo? A eso –a mi hipotético voto a favor que, desde luego, no daría-, aquí y en China, se le llama COMPLICIDAD.

Wednesday, August 01, 2007

Número 41 (abril 2006)


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JUÁREZ Y LOS DEBATES.
Por:gabriel Castillo-Herrera.

En su discurso del 21 de marzo, el candidato de no todo el PRI, Beto Madrazo, casi casi nos convenció de que Benito Juárez era un decidido partidario del debate, como sustento de la democracia, a pesar de que se vio inmerso en un periodo de enconados encuentros que dieron al traste con la paz, por lo que el debate civilizado era poco menos que imposible.

Pero si Madrazo lo dice, no habrá más que creerle, pues –como bien sabido es- Robertico no es nada mentiroso. Así que, imaginemos un montaje en el escenario que abajo describo:

1.- Estudio de una televisora atiborrada de cámaras.
2.- Adela Micha y Denise Maerker como moderadoras.
3.- Cinco podios con sendos micrófonos destinados a los debatientes, cuya posición determina un cartelito con el nombre de cada uno de ellos:
“Félix Zuloaga”, “Juárez”, “Maximiliano”, “Don Clero” y “Porfirio Díaz”.

Adela Micha, ante las cámaras, saluda:
-Buenas noches. Hoy nos encontramos aquí, en este preciso lugar, para presenciar, atestiguar, constatar, convencernos –pues- de que Juárez era un partidario de los debates, tal y como lo afirma, asegura, dice, menciona, el candidato Roberto Madrazo, Golpazo, Porrazo, Chingazo..

-A ver, a ver –interrumpe la Maerker, contra su costumbre- la señal que nos manda Madrazo es que Juárez, al igual que él, es un convencido de la democracia, del confrontar ideas. ¿Cuál sería el posible escenario? Tiene la palabra Félix.

-Denisse, Adela... Juárez tiene miedo de debatir; por eso mi propuesta es declararme presidente, aunque él lo sea, y lo conmino a que se deje, con apego a los ideales democráticos, echarle de cañonazos.

-Y tú... ¿qué dices, afirmas, sostienes, argumentas, Maximiliano?

-Mira, Adela, Juárez tiene miedo al debate; a fuerza quiere sostener la República cuando que lo moderno (si no, que lo diga Calderón) es la monarquía; a fuerza quiere consolidar la independencia cuando lo moderno es que las potencias dominen a los países pobres. Por eso me alié con los conservadores y le pedí a Napo su apoyo militar con el que vamos a hacerlo que debata persiguiéndolo por todo el país a punta de cañonazos. Con eso se dem...

-A ver –interrumpe Denise, contra su costumbre- todos hemos visto que tú, Don Clero, por el papel que representas en la sociedad, eres poco dado al diálogo, al debate; ¿qué tienes que decir a eso?

-No, yo, con el favor de Dios, sí soy partidario de los debates. Juárez es quien tiene miedo a debatir. No obstante que con las Leyes de Reforma nos quitaron tierras y los negocios que hacíamos explotando la fe (quiero decir “nuestra piadosa labor a favor de la fe”), nosotros si queremos dialogar, confrontar ideas, debatir... por eso apoyo a los conservadores y a Maximiliano y los franceses en el debate a cañonazos contra Juárez (¡méndigo indio!)

-Porfirio, a ver, tú eras de la gente de Juárez; a ver, dinos, porque no entendemos tu postura.

-Mire, Dinís, sólo regresaré al pais si el Don Juárez quiere debatir; si no, ni mais. Pero tiene miedo. Yo sí debato con intentonas de golpe de Estado porque a juerzas quiero ser presidente del pais.

-A como veo, miro, observo, intuyo, deduzco, concluyo, determino, Denise, esto no es un debate –dice la Micha- sino... ¡darle con el bate a Juárez! -risotada estruendosa, mientras se agarra la quijada-; pues... ¡dígales algo don Benito! –mientras continúa carcajeándose.

-Bueno, yo digo que...

-A ver –interrumpe Denisse contra su costumbre- lo que quiero que nos digas, Benito, es si es cierto que, como afirma Roberto –Madrazo- eres partidario de los debates como la forma más acabada de la democracia.

El Benemérito, apenas intenta reempezar cuando es interrumpido por los demás combatientes (perdón, “debatientes”):

-¡Populista! ¡Autoritario! ¡Tienes miedo al debate de ideas! ¡Corrupto! ¡Antidemocrático! ¡No te dejas cañonear! ¡Trabajas con Lerdo de Tejada! ¡Quieres acabar con el Imperio! ¡No te quieres poner la verde con Televisa Deportes! –argumentan, en civilizado debate.

La Maerker despide la transmisión, mientras le tapa la boca a Adela (quien sigue, continúa, permanece, agarrándose la quijada y riendo, a pesar de que la mano de su compañera pareciera impedírselo). “Bueno, ahí queda la pregunta en el aire. En las próximas semanas veremos si Madrazo tiene razón. Buenas noches”.

Monday, July 23, 2007

Número 37 (diciembre 2005)


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De: Guía Práctica de los Chakras.
Anodea Judith y Selene Vega

Los Chakras, según el ancestral sistema yóguico de la India, son vórtices
giratorios de energía que se crean en nosotros por la interpenetración de
la conciencia y el cuerpo físico. Son centros de actividad para la recepción, la asimilación y la transmisión de energías vitales.

Existen 7 chakras principales que recorren nuestra columna vertebral hasta
llegar a la cima del cráneo. Además de guardar vinculación con los ganglios
nerviosos, tienen correspondencia con diversas glándulas de secreción interna
y con varios procesos fisiológicos como la respiración, la digestión o
la procreación.

Psicológicamente, los chakras corresponden a ciertos dominios principales
de nuestra existencia. Citados de abajo a arriba: la supervivencia, la
sexualidad, el poder, el amor, la comunicación, la imaginación y la espiritualidad.

C h a k r a s

1.- MULADHARA.(Coxis).
Elemento: Tierra.
Tema principal: Supervivencia.
Finalidades: Estabilidad, arraigo, prosperidad, vida confortable,
salud física.
Afecciones: Enfermizo, despistado, incapacidad para concentrarse.
Color: Rojo.
Cuerpo celeste: Saturno.
Alimentos: Proteínas, carnes.
Derechos: Tener.
Principio: Gravedad.
Camino: Hatha Yoga.

2.- SVADHISTHANA. (Genitales, pubis).
Elemento: Agua.
Tema principal: Sexualidad, emotividad.
Finalidades: Fluidez, placer, relajación.
Afecciones: Rigidez, problemas sexuales, embotamiento de emociones.
Color: Anaranjado.
Cuerpo celeste: La Luna.
Alimentos: Líquidos.
Derechos: Sentir.
Principio: Atracción polar.
Camino: Tantra Yoga.


3.- MANIPURA. (Plexo solar, boca del estómago).
Elemento: Fuego.
Tema principal: Poder, energía.
Finalidades: Vitalidad, fuerza de voluntad, perseverancia.
Afecciones: Timidez, fatiga.
Color: Amarillo.
Cuerpo celeste: Marte, el Sol.
Alimentos: Hidratos de carbono.
Derechos: Hacer, obrar, estar en...
Principio: Combustión.
Camino: Karma Yoga.

4.- ANAHATA. (Corazón).
Elemento: Aire.
Tema principal: Amor.
Finalidades: Equilibrio, compasión, aceptación.
Afecciones: Soledad, situaciones de codependencia.
Color: Verde.
Cuerpo celeste: Venus.
Alimentos: Vegetales.
Derechos: Amar.
Principio: Equilibrio.
Camino: Bhakti Yoga.

5.- VISSUDHA. (Garganta).
Elemento: Sonido.
Tema principal: Comunicación.
Finalidades: Claridad en la comunicación, creatividad, resonancia.
Afecciones: De la garganta, escasa capacidad para la comunicación.
Color: Azul Claro.
Cuerpo celeste: Mercurio.
Alimentos: Frutas.
Derechos: Hablar.
Principio: Vibración simpática.
Camino: Mantra Yoga.

6.- AJNA. (Entrecejo).
Elemento: Luz.
Tema principal: Intuición.
Finalidad: Imaginación, percepción extrasensorial.
Afecciones: Jaquecas, pesadillas, alucinaciones.
Color: Índigo.
Cuerpo celeste: Neptuno.
Alimentos: Recreo para la vista.
Derechos: Ver.
Principio: Proyección.
Camino: Yantra Yoga.

7.- SAHASRARA. (Cima del cráneo).
Elemento: Pensamiento.
Tema principal: Entendimiento.
Finalidad: Sabiduría, conocimiento, vinculación espiritual.
Afecciones: Confusión, apatía, intelectualismo exacerbado.
Color: Violeta.
Cuerpo celeste: Urano.
Alimentos: Ayunar.
Derechos: Entender.
Principio: Conciencia.
Camino: Jnana Yoga.